Si quien manda no tiene sentimientos
ni por las manos saben a quien atan,
con sus peores cábalas maltratan
a todos los que sufren de tormentos.
Quizás tengamos que llamar violentos
a los que sin pistolas también matan ,
que mandatos secretos siempre acatan
negando sin cesar los alimentos.
Nadie sabe quien fuera responsable
de que así se mantenga la miseria
en las distintas partes de este mundo,
pero tal vez resulta detestable
la falta de interés en la materia
cuando apenas se atiende al moribundo.
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