Mi ignorancia me abruma de momento
si busco la verdad que me interesa
al descubrir que la maldad me pesa
igual que si sufriera su tormento.
A día de hoy de veras lo lamento,
al aprender que la crueldad me estresa,
siendo la vida la mayor sorpresa
que a menudo me deja sin aliento.
Pues odio ser de la rutina esclavo
y quiero libre estar de obligaciones
que traten de tenerme siempre quieto,
puesto que en esta vida al fin y al cabo
de muy poco me sirven las presiones
si cualquiera me pierde hasta el respeto.
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