Obsesión que oprime mi pecho
alcanzar tu boca y respirarte
gozar en la brisa de tu aliento
sentirte dentro de mis centros.
Cansancio preso en el recuerdo
mudez reseca de espera,
noches sin acceso, interminables
en oscuridad silente y fria.
Herida mi vida llenas toda
conocimiento oculto y absoluto
en reveldía cansada, inalcanzable
donde reside mi infortunio.
Alborada que aleja el espejismo
sostenida en noches de esperanza,
mi amor te clama a gritos
y mi cuerpo se ahoga en la nada.
Mi piel se orgasma en tus silencios
alma castigada reclusa de soledad,
de añorate por sentirte en mi cama
vacía y fría...
por qué tú no estás
|