Si dentro de mi mente ya faltara
memoria, voluntad y entendimiento
mejor me aprovisione de alimento
antes de que mi juicio se agotara.
Porque a menudo me han echado en cara
mi gran capacidad de sufrimiento,
capaz de retener al sentimiento,
no asumo que la fe me traicionara.
Como la devoción quizás responde
a la necesidad de las personas,
bajo sospecha siempre yo me pongo,
cuando quien me castigue sea el conde
perseguido por bellas amazonas
tras las cuales si puedo yo me escondo.
|