Yo no tengo la culpa amigo m�o
de cuanto en la guarida nos suceda
por m�s que la fortuna gire y ceda
te juro que detesto cualquier l�o.

Ya quisiera escapar del poder�o
que a menudo levanta polvareda,
pues aunque muestre un coraz�n de seda
peor yo considero el desaf�o.

Porque insignificante ya me siento,
si acaso me cuestiona el respetable
haciendo de la bronca su deporte,

del cual sin duda saca mucho cuento
y del que no se siente responsable
mientras a su ego�smo reconforte.

Luis Pérez