Mi mente se halla ahora muy confusa,
pues cada vez que cumple mal los años
nunca jamás encuentra sus apaños
mientras no satisfagan a su musa.
Tal vez le puedan acusar de ilusa
al parecer que cuida sus rebaños,
dándoles su ración de buenos baños
porque eche manos de la ciencia infusa.
Puesto que caminando para viejo
ya me voy sin que tire la toalla,
dios lo quiera hasta el último respiro,
porque muy pocas veces yo me quejo
queriendo demostrar mi mejor talla,
y si no me convence me las piro.
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