Si a tanta corrupción pusieran coto
la crisis fácil dolería menos,
ojalá que los jueces pongan frenos
a quien la pasta roba hoy en su moto.
A los bribones niego claro el voto
aunque sonar me suenen mal los truenos,
o me ataque un ganado ruin de renos
al simular hacerme bien un roto.
Más honestos debieran ser, carajo,
que un excelente sueldo, diablos, ganan,
gracias a los impuestos de la peña,
la cual reclama sin cesar trabajo
aunque los poderosos no se afanan
hoy día más que en dar sopor y leña.
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