Cuando la chispa del amor avanza
no existirá por este mundo freno
que con suerte nos sirva de relleno
y sin duda amortigüe su añoranza.
Pues si acaso nos diera su confianza,
convivir se podría bien sereno,
sin tener que cuidarse del veneno
que nos lleve a pasar la vida en danza.
Por tal motivo lleno de manjares
bien lozanos mi incrédula mochila,
para poder sobrellevar con tino
la escasez de calor por mis glaciares,
y siempre de la forma más tranquila
que tan sólo con verla ya me animo.
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