Y cunto no entretiene las conciencias
ver a la pea como ms conviene,
disimulando con afn la higiene
donde el alma mitiga sus carencias.
Porque a base de atar las confidencias
garantas se tenga que se frene,
y por supuesto que tambin se entrene
el saber capear las diferencias.
Pues insistiendo sobre el mismo clavo
se conmueve el deseo ms astuto,
al prejuzgar desde la propia cueva,
que aunque se est en la edad del propio pavo
nadie tendra que pagar tributo
a nos ser que le caiga alguna breva.
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