Deja que tu ilusin al fin y al cabo
pinte siempre su mundo de colores,
que se rodee as de hermosas flores,
cosa que yo sin duda mucho alabo.
Pues del amor no quiero ser esclavo
porque me puede producir dolores,
o quin sabe, seguro sinsabores,
si no diera, demonios, en el clavo.
Deja que tu cabeza se libere
y disfrute la paz del paraso
que tanto se merece compaera.
No permitas que el diablo desespere,
ni siquiera mostrndose sumiso
dejndote tirada en la frontera.
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