Hoy por hoy busco solo
que al corazón oxígeno me llegue,
que nadie golpes sin razón me pegue
queriendo que me marche de estampida hasta e Polo.
Igual nadie se crea que mis vicios controlo
porque haya mucha gente que lo niegue,
y sin prever a tiempo mi despegue
ninguna regla violo.
No propongo ese inmenso mar de vicio
cuyas anchas fronteras no conoce el deseo
inclinado a campar a su manera,
porque yendo alejado del absurdo suplicio
eludo todo tipo de jaleo
que una vida de locos de calle me trajera.
|