Si somos lo que hacemos al instante
el presente vivimos tan contentos,
como hoy estimo son los sentimientos,
los que nunca ponemos por delante.
Y mucho más sincero nuestro cante
se muestra levantando sus lamentos,
desde que llega el cambio de los vientos
liando con su bondad cualquier semblante.
Aunque a nadie le importa demasiado
las paces ni batallas forasteras,
resulta pretencioso y aburrido
andar sin vida siempre atareado
por no desenterrar sus propias fieras
de excitación y miedo contenido.
|