Las mujeres que son el mismo diablo
nacidas muchas para hacer la dote,
que logrado el botín se dan el bote
al destejer con arte su venablo.
Y una vez que se montan el establo
puede que se te suban al cogote,
luchando por quedarse con el lote
y buen testigo soy de lo que hablo.
El caso es no quedarse solteronas
y sea feo o guapo el susodicho
a la iglesia le llevan en volandas,
que pronto se convierten en bribonas
haciendo del consorte un grácil bicho
que al lecho sólo traerá sus viandas.
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