Como yo te veo, compañera,
enérgica, diligente, sonriente,
buena persona, mejor enfermera,
dulce, compasiva al dolor ajeno,
es así, le nace, se dá entera.

Cuando en mi todo era miedo,
nada sabía, todo lo esperaba,
con terror, angustia, soledad,
abri mis ojos,ante mi, estaba ella.

Todo el vacio se me llena,
cogió mi mano, sonrió dulcemente,
sentí un bálsmo sobre mi alma,
silencio cargado de vida, presente.

Logrado solo con su delicadeza,
como la madre que es y admiro,
que por los suyos se desvela,
controla siempre sus tareas.

En su tiempo libre, cose, borda,
ropajes preciosos de fiesta,
para sus amores, a quien preparó
con esmero, su comunión perfecta.

Demasiado valiente en su guerra,
reprime sus lágrimas, callada,
que nadie de los que ama supiera,
mi pobre abrazo, que poco era...

Una intervención, teme, le aterra,
la superó, hoy dia sigue siendo ella,
y no sabe en verdad cuanto la quiero,
anima sin decir nada, da gusto verla.

Tiene un algo, un no sé qué,
me dá sin pedir nada a cambio,
aprendo a su lado cosas nuevas,
tan solo con su presencia.

Entre todas, puede ser cualquiera,
pero eres tú, ésa que nunca le digo,
te quiero por ser como eres,
mi querida y estimada compañera.

Desde el 2003
para Mª Teresa Bono Lamarca

gaviota frágil