Las heridas ocultas de la ofensa
gravan sus huellas casi permanentes,
cuando ningunos somos diferentes
a la hora de ejercer sutil defensa.
Pues si no se le diese tanta prensa
a no sé cuántos hechos prepotentes,
que a diario preocupan nuestras mentes,
la gente viviría menos tensa.
Quien busca la verdad sin fantasías,
y labra sin descanso su consuelo,
a buen seguro encuentra su camino,
pues no es justo labrarse hoy alegrías
tratando de ocultar el propio duelo
porque incierto parezca su destino.
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