Ojos tiernos,
de segura pureza cuyo suave brillar arrastra sonrisas al caminar,
he sentido palabras desde el otro lado del mar
acariciar mi el alma cubierta de plumas,
sentido camino tras tu palpitar.
Sinónimos,
que enaltecen pobrezas, lo efímero,
de vidas enterradas en la fangosa rutina,
mas el perfume que me acaricia en sueños,
cubierto de esmeraldas y de almíbar,
la miel, que pegajosa,
adhiere a mi piel las partículas de paz
que profieres en palabras,
ojos que riegan el jardín en mi mente.
Ojos tiernos,
de segura pureza,
bañados de hermosos cristales,
el fruto del alma pura sufriendo el castigo del cruel hoy.
dirijo mis ojos a ti,
entregando la belleza del mundo que he recogido,
verdes aguas,
libres almas desplazándose por el cielo azulino
el canto,
pobre y apagado de mi voz,
que tosco lleva el suspiro lejano de otras almas,
apreciando al simple esclavo del sollozo,
el conjuro de mi lágrima con mi mano abierta al infinito,
que distante abrazara tu cuello
absorbiendo los cristales
que fulgurantes acarician tus mejillas.
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