Ya anhelara por única bandera
vivir mi sino cierto, sin que exista
un rayo de congoja que pudiera
ayudarme a ser menos pesimista,
y retirar de en medio la barrera
que tanto me hace ser un extremista
cuando la circunstancia lo requiera
lejos de presumir de pacifista.
Pues esta humanidad se queda en nada
tal que un pozo de rabia por los suelos
cuando desatendiendo los talantes,
que mal que bien conduce la manada
tomando la cordura por los pelos
mientras nunca escaseen sus diamantes.
|