Donde tengo el registro de mis actos
nunca cabe un ma�ana sin presente,
quiz�s porque no exista un buen ambiente
que pueda permitir otros impactos.

Y gracias a esos dones casi intactos
que act�an de manera indiferente,
adopto una postura muy prudente
entre mi coraz�n y mis contactos.

Pues a dormir a solas ya me niego
rechazando el castigo que la vida
seg�n sus intereses hoy me imponga,

pues s�lo a mis creencias yo me entrego
aunque parezca una raz�n suicida
de la fe no me trago su milonga.

Luis Pérez