Con altivez manejas bien la pluma
aunque el cerebro tengas constipado
por ser del verso insólito abogado
y ante lo cual cualquier razón se esfuma.
No todo lo que resta, amigo, suma,
aunque lo den los jueces por zanjado,
puesto que al resultar perjudicado
el pueblo ya su cólera resuma.
Tanto creer en Dios a pies juntillas
no parece que corte la conciencia
de aquellos que defienden a políticos,
aunque el fango les llegue a las rodillas
tanto que al pobre deja en la impotencia
maldiciendo sus cólicos nefríticos.
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