Y rompiendo mis débiles defensas
rauda por mi razón te abriste paso,
viendo tener seguro, por si acaso,
el mejor alimento en tus despensas.
De sobra sé lo que al respecto piensas,
que caminar camino con atraso
aunque dormir no duerma nunca al raso
ni hacer lo haría, claro, a tus expensas.
Tu tremendo egoísmo no reprocho,
puesto que independiente me manejo
de maravilla, a dios le doy las gracias,
porque ya mis ganancias no derrocho
para que tú me saques el pellejo
con tus más ingeniosas diplomacias.
|