Porque si la pasión de vivir libre
en esta tierra pronto se termina,
no persigo una cómoda aspirina
que levante un frontón que me equilibre.
Busco la libertad de gran calibre
que me ayude a subir la adrenalina,
si en el seno del alma peregrina
busca que todo mi coraje vibre.
Pero torpe me expongo a la evidencia
inventando mis propios mandamientos
al descubrir los lados más oscuros
de mi gran negación a la obediencia,
al no hacer caso omiso a los momentos
en que deba salir de los apuros.
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