Gris Domingo,
tan gris como el ajenjo pasado que deseo enterrar,
carcome mi piel el recuerdo al pensar en las cartas que no leeré,
que manos carentes, sin móvil, no escribieron a mis sedientos ojos,
busco la distracción que me prive de amargura,
invoco tus suspiros para poder vivir.
Mi mente camina sobre estiércol y barro,
no visualiza el verde grato de tanto laborar,
si \"se cosecha lo que se siembra\"
¿donde ha quedado mi paga?,
perdida quizás tras esa niñita de simple pensar,
vestida de bello misal,
¿sabrá acaso el sentido de la santidad, su origen, su futuro tras el simple pensar?,
vestida la tarde de domingo, leve ocultar el sol tras el horizonte,
discurren en mi las imágenes, un día mas de un vivir menos.
Se pierde la niñita, ¿blanca o negra?,
dejándome el corazón en luto, vestido en oscurantismo mis ojos,
liberan una esclava lágrima, que feliz se alboroza,
huyendo a través de mi mejilla,
soltando un haz de brillo que recuerda a mis ojos,
que tras este domingo gris sigue un día brillante,
forcejean dolor y felicidad en el interior de esa gente sonriente,
aprendo,
a reír mientras lloro para que el payaso que habita en mi,
reciba las monedas que lo alimenten un día mas,
mientras el viento canta en mi oído,
llenando mi olfato de olor a fresco rocío que grita atardecer,
mientras escondo mi alma tras la cortina.
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