Mi cerebro se rompe y resquebraja
viendo como se cuece la justicia,
cuando no deja ya de ser noticia
y hasta incluso un jurado rompe y raja.
Débiles somos y quizás de paja
ante quienes hoy muestran su pericia,
tanta que hasta delinquen con franquicia
y casi nunca rompen la baraja.
Ni protestar se puede, qué manía,
si en algo tú valoras tu pellejo,
pues pudieras venir la policía
siguiendo los mandatos de un pendejo
que no conoce más filosofía
que aquella que transmite su complejo.
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