Si no viera el terror y la injusticia
delante de mis propias faldriqueras,
de muy poco le sirven las esperas
a quien hundirse puede en la inmundicia.
Y podría dejar de ser noticia
la crisis, si rompiendo las fronteras
en medio no pusiesen más barreras
que sólo favorecen la avaricia.
De nada sirve a los que nada tienen
trabajar sin comer lo necesario
pidiendo por las calles una ayuda,
que ojalá la consigan y les frenen
de exigir por las fuerzas un salario
digno sin que el gobierno les sacuda.
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