Como un experto tocador de llagas,
desnudo, se me muestra el ser humano,
egoísta, ratero y muy tirano,
que si puede te pincha con sus dagas.
Porque mientras sus trolas te las tragas
al pretender supervivir en vano,
el sufrir se convierte cotidiano
que encima si te zurra más le halagas.
Visto así el panorama que presento
moriré desprovisto de fortuna,
pues donde vaya nada necesito
que si confío en Dios bastante miento,
educado sin fe desde la cuna
tanto que de escucharlo ya me irrito.
|