Mal nos irá bajar a los infiernos
para aprender a valorar la vida,
creo, en su más insólita medida
tal como hoy aconsejan los gobiernos.
Incluso pensarán favorecernos
al rebuscar cualquier sutil salida,
a no ser que la banca se lo impida
al ofrecerles planes más modernos.
Y aún me cuesta hoy reconocer
cuanto de ruin esconde el ser humano
despedazando todo lo que existe,
al llegar su razón a comprender
las guerras que se monta el vil tirano,
y a pensar lo contrario se resiste.-
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