Y tal era mi falta de malicia
que al pensarlo la sangre se me hiela,
pues incluso por falta de candela
fuera de juego estaba mi avaricia.
Porque muy lejos de cualquier codicia
pronto me dijo con razón mi abuela,
que cortar debería mucha tela
bastante antes que actuara la justicia.
Porque existiendo un cruel y gran abismo
sudor cuesta que impere la cordura
y por suerte que muchos siglos dure,
porque sólo mostrando gran civismo
ojalá semejante chifladura
no regrese y el pueblo ya madure.-
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