Reconocer me duele
saber que aún de corazón te quiero,
y no por intereses ni dinero
con los cuales, quien sabe, yo quizás me flagele.
Y difícil será que a solas me consuele
si una patada diste a mi trasero,
golpe mortal, diría, y tan certero
que el amor mal me huele.
La ilusión puede ser que nunca muera,
pero al final seguro igual se debilita
maltratada quizás por los fracasos
a traición recibidos de forma muy certera
porque seguro la esperanza quita
al cortar de repente casi todos los pasos.
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