Descanse en paz el socio socialista
que del psoe disfrutó con gusto,
y aunque aún le recuerdo con disgusto
dejar no puedo de seguir su pista.
Puesto que al presumir de comunista
en la calle el bufón clavó su busto,
como si fuera macilento arbusto
aspirando también a ser rentista.
Ahora supervive bien del cuento
porque subido a lomos de su carro
mucho temor le da si abre la boca,
porque sin ver de dónde sopla el viento
mucho esfuerzo le cuesta darle al tarro
y si lo hiciera fácil se equivoca.-
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