Gran Canaria, terruño de mil gozos
rincón amado en medio de los mares
testigo fiel de todos mis andares
patria pequeña de mis años mozos.
Donde mis ilusiones y sollozos
sufrieron el desdén de tus altares,
limitado por cientos de avatares
que me partieron toda el alma en trozos.
Ahora tu presencia me persigue
y no encuentro defensa que me asista
ni en lo más infernal de tus montañas,
donde seguro nada que me obligue
me haría amarte de manera altruista
aumentando el dolor de mis entrañas.
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