Nunca podré borrar ningún deseo
que reventar pudiera mis entrañas,
porque doler me duelen las pestañas
y apartarme no logro del jaleo.
Y es que a mitad camino ahora veo
cruzarse cantidad de telarañas,
que sin duda oscurecen las hazañas
de un pasado que fue bastante feo.
Mejor que ignore, diablos, el presente
que todo con la crisis se menea,
fácil hasta los juicios de valores,
tanto que visto el temporal de frente
toda realidad se tambalea
dejando al descubierto los horrores.
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