¡No te aflija su partida!
dale gracias al Creador
por los años a su lado,
por los juegos y las risas,
por las experiencias
que juntos gozaron,
por lo que te enseñó
y sobre todo, por el amor,
que desinteresadamente te brindó.
Agradece al Ser Supremo
el haberlo conocido
y el haberte permitido
encontrar en él tu esencia,
encontrar en su alma tu alma,
y en esa común unión,
encontrarte con el Creador.
No te aflija su partida,
evócalo en tu mente,
recuérdalo con la flama de tu corazón.
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