Igual la desmesura me convierte
en un salvaje y frágil animal,
sin que ningún control universal
me pueda mantener robusto y fuerte.
Pues pretendiendo aquí burlar la muerte,
y ya perdida toda la moral,
poco debo prever de angelical
que me pudiera devolver la suerte.
Y es que no sólo basta ser honesto
cuando la circunstancia lo requiera,
si no que mucho más se necesita
practicar la bondad y ser modesto,
aunque el mayor desastre nos viniera
sin hacernos la vida tan maldita.
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