El amor nunca fuerza situaciones
porque de forma inverosímil fluye,
tal que de esta manera constituye
una de sus mejores prestaciones.
Quizás también revele sus pasiones
si acaso a los placeres sustituye,
y en sus mayores vicios se inmiscuye
rompiendo cantidad de corazones.
Quien decida regirse por sus fueros
sin duda gozará de sus tesoros,
pero quien se retuerza en el camino
por no ponerse a salvo de sus peros,
mejor se enganche a los mejores foros
y componga su intrépido destino.
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