Viendo que mi locura sin igual
no puede gestionar sus emociones,
ya quisiera tomar mis vacaciones
como una solución testimonial.
Pero como parece natural
que el ego moviliza sus razones
bien fácil movería los tendones
si ansiara parecer trascendental.
Y habrá quien venda bien sus esperanzas,
sin que ningún escrúpulo le duela
con su voraz estómago de acero,
a quien incluso sufra de añoranzas,
echando su pasión en la cazuela
aunque nada le diga ya el dinero.-
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