Hoy no nos hace falta más infierno
del que ya padecemos en la tierra,
sino gafas con vistas a la sierra
para ver a los capos del gobierno.
Así funciona el malestar moderno
armando por las calles mucha guerra,
cosa que a los ministros hoy aterra
bastante más que el frío del invierno.
Porque después de muertos todo vale
si a la par nos devoran los gusanos,
y aquí paz y en el cielo, dicen, gloria,
tanto que de la tumba nadie sale
ni los justos, y menos los tiranos
al convertirse todos en escoria.-.
|