Siempre dependeré de otras personas
para llevar a cabo mis poderes,
pues a solas no habrá tal vez placeres
que a la vez me liberen las neuronas.
Pues nadie gozará de sus coronas
si no le muestra al mundo sus crupieres,
aunque no necesite pareceres
que alimenten sus ansias más bribonas.
Mientras acate el tipo este de juego
no deberé admitir ninguna queja
que me surja de gratis por las buenas,
pues siempre a duras penas yo me entrego,
a no ser que me muestren en bandeja
ver derramar la sangre de mi venas.
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