Como alma que se lleva el mismo diablo
todos los días salto de la cama,
y aquí niego que sea ningún drama
el saber que es de mí de quien siempre hablo.
Con este mundo gran batalla entablo
y lejos de que busque algo de fama,
siempre miro primero el panorama
mucho antes de salir de mi retablo.
No creo cometer ningún delito
si andando por el mundo a mi manera,
sin molestar a forastero alguno,
a la vida le exija requisito
con el cual justifique mi flojera
donde lo crea justo y oportuno.
|