Y encima va el gachó de buena gente
con su careto a disfrutar del sobre,
el cual aunque a escondidas vaya y cobre
al pueblo le resulta deprimente.
Y gracias que se sabe de repente
que incluso un presidente así maniobre,
para que orujo beba bien salobre
y del mal no se sienta indiferente;
que hasta el ombligo estamos de mentiras,
de espías y chanchullos de políticos
a los que crédito no doy ninguno,
pues sus pellejos cortarán a tiras
con tal de parecer sanos y críticos
por si le sienta mal el desayuno.-
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