De amar bastante trato
con toda mi energía lo perdido,
tomando siempre en cuenta lo aprendido
pero siempre a distancia del duro celibato.
Y pido a dios me libre del dichoso contrato
que una vez que lo firmes por descuido,
darme a solas quisiera por rendido
aunque pase un mal rato.
Y aunque mi hambre de amor no disminuye
acaso sí reprima cantidad de placeres
al quedarme aferrado a su recuerdo,
pues la pasión supina por mi sangre aún fluye
haciendo que rechace mis deberes
a la vez que impotente hasta mis labios muerdo.
|