DÁNDOLE UN PASTEL A SU PERRITO
nuestro duque ganó los mil perdones
por no poder quitar sus pantalones
ante el juez confesando su delito.
Y como todo le importaba un pito
tan pronto le tocaron los talones,
sin poder prevenir las depresiones
se colgó a la salida el San Benito.
Luego compró montones de pateras
para aumentar seguro sus divisas
eso sí,en los bancos extranjeros,
donde de oídas dijo en las fronteras
que el obispo le canta muchas misas,
quien sabe si ocultando sus dineros.
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