Jugar hoy con las palabras
y hacer de ellas caracolas,
unicornios y un puñado
de certezas y amapolas,
peripecias encontradas
y un sinfín de mil maromas.
Armar con las palabras
escondrijos, escaleras…
y ser pionero del descorche de botellas
en las crestas de las olas;
adherir a cada letra
el aliento de las quejas
de las horas pasajeras,
el fulgor de las tormentas…
el amor, las moralejas
y el nevado de las cumbres empinadas
con la luz de una mirada.
Disparar en las palabras como flechas
la sentencia de una norma,
la verdad de la conciencia…
en la almena de un castillo
y fustigar sin dobleces
a las sombras y a fantasmas.
No susurres las palabras venturosas
ni las dejes en rincones camufladas.
Sé fragante con tus voces,
con tus versos…
con tu alma,
con la risas de tus noches,
con tus rimas,
con la luna enamorada
con el sol de los prodigios…
con los besos de tu amada
sé feliz… con la luz de la palabra.
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