Para afrontar el miedo que me acecha
sin desterrar las vanas ilusiones,
caer jamás me dejo los calzones
por tomar una vía muy estrecha.
Quizás si no aprovecho bien la brecha
y me deprimen cándidos sermones,
muy escasos serán hoy ya los clones
que no propaguen con pasión la mecha.
Desconfiado de piedras he vivido
como una estatua de los dioses muertos
temiendo que disguste cuanto digo,
pues comparezco dócil y aburrido
como un par de elefantes casi tuertos
que sin cesar se rascan la barriga.-
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