Los días se acortan
los años pasan raudos,
se alejan las vivencias
y se apróxima el cambio.
Mente, cuerpo y alma
andan de cambios de alcoba
sintiendo cada vez más
la recta final del viaje.
En este plano pasamos
como aves en vuelo rasante
rastreando y oteando,
recordando y evolucionando.
De la evolución obtenida
desde la cuna a la partida
experimentamos sabiduría
con nota alta, o mediocre
según lo establecido
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