Duermo y mi corazón no apaga vela
con una gran moneda entre los dientes
por si acaso se acercan los parientes
y se rifan mi suerte en la quiniela.
Pues siguiendo los dichos de mi abuela
poco nos vale ser inteligentes
si no se tienen cuentas diferentes
que beneficios hoy produzcan, tela.
Si por tanto estudiar no se es más rico,
vaya error cometió mi santa madre
no poner a currar a sus podencos,
aunque fuera seguro a pala y pico
como así pretendía nuestro padre
incapaz de amansar a tantos pencos.
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