Nunca doy la batalla por perdida,
pues mientras logre proseguir luchando
sabiendo que no estoy manipulando,
continuaré buscando mi salida.
Como habrá tanta gente de por vida
que no saludaré, siquiera estando
igual sufriendo para el mismo bando,
en el que se decide la partida.
Mucho me costará creer batallas
cuyas historias contarán sus huestes
según los intereses que convengan
a quienes con su hocico de canallas
seguro montarán sus tenderetes
allá donde pudores no contengan.
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