Adivinar puedo
dónde se irán las penas que se olvidan,
a no ser que los prejuicios me lo impidan
víctima sin piedad del más absurdo miedo.
Y bastante importancia a veces le concedo,
puesto que la esperanza me liquidan
y las ideas cándidas lapidan
con singular enredo.
Pues del lema grabado en mis entrañas
tremendas trazas dejan, viendo lo que parecen
escrito con premura en mis poemas,
y tanto que en su contra yo propongo campañas
que muchas garantías hoy ofrecen
para dentro de un orden aliviar los problemas.-
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