Porque no encuentro vía diferente
que de la piel me saque las espinas,
de vez en cuando tomo vitaminas
que del mal me distraigan hoy la frente.
Pues si la crisis salta de repente
cacarear podrían las gallinas
que intoxicada el alma de toxinas
nada habría en el mundo coherente.
Porque escuchar escucho los aullidos
del mensaje grabado en mis entrañas
en tiempos de la infancia inevitable,
en la cual esquivaba los berridos
utilizando sin parar las mañas
que a palos aprendí, lo más probable.
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