Aun recuerdo aquella sensación
Aquella fría noche de invierno
Aun me tiembla aquella canción
Que cantaba como un enfermo…
Gélidas pupilas ebrias embriagaban mis fauces ilustres
Más cuales son las intenciones del exceso de ausencia
Temblores sin rumbo entre mi desesperada paciencia
Cautivaron a los castigados codos de mis recuerdos.
Y alzaron las manos aquellos sueños, cierto, eran tres.
Uno por bandera portador de la ya oculta insistencia
Un segundo instructor de daños, portador de demencia
Y un tercero creador de púas quebradas de actos cuerdos.
Ya mis rodillas anunciaban la llegada de la ignorancia
La misoginia nacida de tu rechazo me destruyó
El odio de odiar al no se qué odiar construyó
A la más sincera de las mentiras de mi resistencia.
Ahora recuerdo…
Ahora si que te tengo enfrente…
Ahora que besas mis labios como un témpano quiebra en el silencio de lo desconocido
Ahora que manipulas mis sentidos como cual jinete controla a su caballo embravecido
Ahora, ahora te vuelvo a tener… Ahora no duermo solo.
Ahora tu, tu eres mi nueva acompañante.
Ahora, tienes sitio: Bienvenida a mi cama, añoranza.
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