Buscando en los secretos de la mente
metí mis ansiedades en apuros,
al querer superar aquellos muros
que al azar se elevaban de repente.
Maestros encontré sin referente
y caro me vendieron sus futuros,
hasta que mis bolsillos y seguros
se vieron en peligro permanente.
Algunos amasaron gran fortuna
llegados sin pudor del extranjero
desde donde traían sus recetas,
que fácil te mandaban a la luna
si logrando acusarte de embustero
se creían del mundo sus profetas.
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